Un ejemplo de fisiopatología es la diabetes mellitus, una condición en la que el organismo no regula adecuadamente los niveles de glucosa en sangre. En esta enfermedad, la producción o utilización de insulina se ve afectada, alterando el metabolismo de los carbohidratos y provocando niveles elevados de glucosa.

Este desajuste genera complicaciones en órganos como el corazón, los riñones y los ojos, que pueden ocasionar daños graves si no se controla. La fisiopatología de la diabetes permite estudiar estos cambios y desarrollar tratamientos para mitigar sus efectos.