Las lentes de contacto son ópticos sanitarios que se utilizan mayoritariamente para corregir la visión. Las personas que necesitan esta corrección en la visión también las usan para no tener que llevar gafas diariamente o someterse a una cirugía LASIK. No obstante, las lentillas también presentan otras modalidades con fines puramente estéticos o novedosos. En el blog de hoy te explicamos para que sirven y qué tipos y características existen. Además, si te interesa este sector puedes especializarte con nuestros Másteres, Cursos y Posgrados de Química.

¿Para qué sirven las lentes de contacto?

Las lentillas ofrecen libertad y flexibilidad gracias a los avances tecnológicos. Cada vez hay más personas de todas las edades que hacen uso de ellas. Además, también existen graduaciones distintas que se adaptan a las necesidades de cada uno, incluyendo muchas combinaciones de diámetro y curvatura.

Su función consiste en proporcionar una buena visión corrigiendo la miopía, hipermetropía, astigmatismo o cualquier combinación de estos tres problemas.

Para mantener una visión y ojos en perfecto estado, cada par de pupilente se fabrica y se gradúa de tal manera que puedan ser reemplazadas después de un periodo de tiempo determinado. Por ejemplo, los lentes correctores desechables diarios se llevan durante el día y se tiran antes de irse a dormir. Esto significa que cada día hay que utilizar lentes nuevas. Sin embargo, otras tienen programas con reemplazos más largos y pueden durar hasta días o semanas.

Independientemente del estilo de vida o preferencias que se tenga, se debe consultar a un profesional para encontrar las lentes de contacto adecuadas.

Tipos de lentes

Existe una amplia variedad de tipos de lentes. En este blog te mostramos algunos de los más conocidos y usados:

Rígidas permeables al gas

Estas lentes suelen ofrecer una visión nítida y se indican para corregir algunos problemas visuales como errores refractivos que necesitan potencias cilíndricas o esféricas altas. Son de carácter duradero, entre los 6 meses y los 2 años, si la prescripción óptica no cambia. Su mantenimiento es sencillo pero el tiempo de adaptación es más largo y puede resultar incómodo. Además, tienen tendencia a desplazarse del centro del ojo.

De contacto blandas

Las lentes blandas son las más cómodas del mercado ya que son muy delgadas y maleables. Tienen una fácil adaptación y a penas se desplazan del centro del ojo. Están fabricadas de plástico tipo gel con contenido de agua, llamado hidrogel. Existen tres tipos de lentes blandas:

  • Desechables de reemplazo diario: como el nombre indica están diseñadas para un único uso y deben extraerse en la noche.
  • Reutilizables: se usan durante varias semanas (un mes aproximadamente) y hay que respetar correctamente los plazos marcados para su reemplazo.
  • Uso prolongado: su uso es continuo, incluso por las noches. Su uso estimado es de varias semanas.

Híbridas

Los lentes híbridos tienen una zona central rígida permeable a los gases. Normalmente se utiliza en casos donde la curvatura de la córnea tiene una forma irregular. Su objetivo se encuentra en proporcionar una agudeza visual elevada, estabilidad y aumentar la sensación de comodidad y confortabilidad.