La curva que describen los planetas se llama órbita. También tienen órbita otros objetos del Universo, no sólo los planetas. Es por eso por lo que podemos definirla como la trayectoria que sigue un objeto alrededor de otro bajo la influencia de una fuerza central, típicamente la gravedad. Veamos más acerca de este concepto y qué tipos de órbitas existen, ¡acompáñanos!

¿Cómo se llama la curva que describen los planetas?

Como decíamos, la curva que describen los planetas recibe el nombre de órbita. En el contexto del sistema solar, las órbitas son las trayectorias elípticas que describen los planetas alrededor del Sol, conforme a las leyes del movimiento planetario formuladas por Johannes Kepler en el siglo XVII.

Kepler enunció tres leyes fundamentales que describen el movimiento de los planetas:

  • Ley de las Órbitas Elípticas. Establece que los planetas se mueven en órbitas elípticas con el Sol en uno de los focos de la elipse. Esta ley contradijo la creencia anterior de que las órbitas eran perfectos círculos.
  • Ley de las Áreas Iguales. Indica que una línea que conecta un planeta con el Sol barre áreas iguales en tiempos iguales. Esto implica que los planetas se mueven rápido cuando están más cerca del Sol y más lento cuando están lejos.
  • Ley de los Períodos. El cuadrado del período orbital de un planeta es proporcional al cubo de la distancia media del planeta al Sol.

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Cuáles son los principales tipos de órbitas de los planetas

Existen varios tipos de órbitas que tanto los planetas como otros objetos pueden describir. En función de cuáles sean sus características y de la influencia gravitacional que experimentan, hablaremos de las siguientes:

Órbita elíptica

Es la más común entre los planetas de nuestro sistema solar. Según la primera ley de Kepler, cada planeta se mueve en una órbita elíptica con el Sol en uno de los focos. Esta elipse puede variar en su grado de elongación, desde casi circular hasta muy alargada. La excentricidad de la órbita define cómo de alargada es la elipse. Por ejemplo, la excentricidad de la órbita de la Tierra es muy baja, lo que significa que su órbita es casi circular. En contraste, la de Plutón tiene una excentricidad mucho mayor, lo que hace que su trayectoria sea más elongada.

Órbita circular

Aunque estrictamente hablando, las órbitas perfectamente circulares no existen en el universo debido a perturbaciones gravitacionales, algunas órbitas son casi circulares. Una órbita circular es un caso especial de una órbita elíptica donde los dos focos de la elipse coinciden en un solo punto, haciendo que el radio de la órbita sea constante en todo su recorrido. La órbita de la Tierra es un buen ejemplo de una órbita que es casi circular, con una excentricidad muy baja.

Órbita parabólica

Es un tipo de trayectoria que describe un objeto que se mueve a la velocidad de escape del cuerpo central. En el caso de los planetas y cometas, una órbita parabólica indica que el objeto no está ligado gravitacionalmente al Sol y, por lo tanto, pasará por el sistema solar solo una vez. Este tipo de órbita es más común en los cometas de período largo que provienen de la nube de Oort, una vasta región esférica de cometas que rodea el sistema solar a grandes distancias.

Órbita hiperbólica

Las órbitas hiperbólicas son similares a las parabólicas, pero en este caso, el objeto se mueve a una velocidad superior a la de escape, lo que significa que el objeto no está ligado al cuerpo central y se alejará indefinidamente. En el contexto del sistema solar, una órbita hiperbólica indica que un objeto, como un cometa o un asteroide, ha sido perturbado gravitacionalmente por un encuentro cercano con un planeta o una estrella y está en una trayectoria de salida del sistema solar.

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Órbita geoestacionaria

Aunque no es aplicable a los planetas, es importante en el contexto de los satélites artificiales. Se trata de una órbita circular y ecuatorial en la que un satélite se mueve a la misma velocidad de rotación de la Tierra, lo que hace que parezca estar estacionario en un punto fijo en la superficie terrestre. Es una órbita esencial en materia de comunicaciones y meteorología, ya que permite una cobertura continua de una misma área de la Tierra.

Órbita polar

Es aquella en la que un satélite pasa sobre o casi sobre ambos polos de un planeta en cada revolución. Para la Tierra, significa que el satélite puede cubrir toda la superficie del planeta a lo largo del tiempo, ya que la Tierra gira debajo del satélite.

Órbita de Transferencia de Hohmann

Esta maniobra se utiliza para trasladar una nave espacial de una órbita a otra. Se trata de una órbita elíptica que intersecta las órbitas inicial y final. Esta técnica es comúnmente usada para enviar sondas desde la Tierra a otros planetas, utilizando la menor cantidad de combustible posible.

Órbita de resonancia

En algunos casos, los planetas y otros cuerpos celestes pueden encontrarse en órbitas de resonancia, donde sus períodos orbitales están en una proporción simple. Por ejemplo, Plutón y Neptuno están en una resonancia 3:2, lo que significa que por cada tres órbitas que completa Neptuno alrededor del Sol, Plutón completa 2.

Órbita retrógrada

Una órbita retrógrada es aquella en la que un objeto se mueve en la dirección opuesta a la rotación del cuerpo central. En el sistema solar, la mayoría de los planetas y satélites se mueven en órbitas progradas, es decir, en la misma dirección que la rotación del Sol. Sin embargo, algunos satélites naturales y artificiales, así como cometas y asteroides, pueden tener órbitas retrógradas. Son menos comunes y suelen ser el resultado de interacciones gravitacionales complejas.

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