Los residuos químicos son considerados peligrosos debido a sus características tóxicas e inflamables. Además, cuando son manejados o dispuestos en forma inadecuada, también representan un peligro para la salud y el medio ambiente. En este blog explicaremos qué son los residuos químicos y cómo se clasifican. ¡No te lo pierdas! Además, puedes ampliar tus conocimientos sobre este sector realizando nuestro Máster en Análisis Químico y en Calidad en Laboratorios.
Índice de contenidos
¿Qué son los residuos químicos?
Los residuos químicos pueden ser tanto líquidos como sólidos. Se consideran peligrosos por sus materiales y características corrosivas, reactivas, tóxicas, explosivas e inflamables. Y también por el riesgo que conllevan para la salud y el medio ambiente. Por ese motivo, exigen el cumplimiento de ciertas medidas de prevención.
Aspectos a tener en cuenta
Los residuos peligrosos por reactividad química deben tener una atención especial a la hora de manipularlos, identificarlos y envasarlos una vez empleados para su posterior eliminación.
La gestión integral de estos residuos tiene en cuenta tanto aspectos organizativos como operativos:
- Generación
- Acondicionamiento
- Recolección
- Transporte
- Almacenamiento
- Reaprovechamiento
- Tratamiento
- Deposición final de forma segura, tanto para el trabajador como para la población, en lugares diseñados y localizados. Es decir, en depósitos de seguridad o rellenos especiales donde se garantice su control para evitar daños a la salud de la población y de los componentes de los ecosistemas.
Todas estas medidas deben realizarse sin causar impactos negativos al medio ambiente, con los mínimos costos y respetando las normas legales vigentes.
¿Cómo se clasifican?
Los residuos de productos químicos se clasifican según las propiedades físicas y químicas que tengan:
Grupo I: Disolventes halogenados
Los disolventes halogenados son aquellos productos líquidos orgánicos que contiene más del 2% de algún halógeno. Por ejemplo, el cloroformo y el tetracloruro de carbono.
Grupo II: Disolventes no halogenados
En este grupo, se clasifican los líquidos orgánicos que contiene menos de un 2% de halógenos. Son productos inflamables y tóxicos, como, por ejemplo:
- Alcoholes
- Amidas
- Aminas
- Cetonas
- Glicoles
Grupo III: Disoluciones acuosas
Este grupo corresponde a las soluciones acuosas de productos orgánicos e inorgánicos. A continuación, se muestras las divisiones y subdivisiones que se utilizan para evitar reacciones de incompatibilidad:
Soluciones acuosas inorgánicas
- Básicas
- Ácidas de metales pesados
- Ácidas sin metales pesados
- De cromo
- Otras soluciones acuosas inorgánicas: sulfatos, fosfatos, cloruros.
Soluciones acuosas orgánicas
- De colorantes
- De fijadores orgánicos
- Mezclas agua/solvente
Grupo IV: Ácidos
Identificamos a los ácidos inorgánicos y a sus soluciones acuosas concentradas con más del 10% en volumen. La mezcla de estos componentes puede producir alguna reacción química peligrosa y desprender gases tóxicos e incrementar la temperatura. Para evitar que esto ocurra se debe realizar una prueba con pequeñas cantidades previamente. En caso de observarse alguna reacción peligrosa, los ácidos se recogen por separado.
Grupo V: Aceites
En el Grupo V están los aceites minerales derivados de operaciones de mantenimiento y, en su caso, de baños calefactores o de bombas de vacío corresponden a este grupo.
Grupo VI: Sólidos
En este grupo están los productos químicos en estado sólido de naturaleza orgánica e inorgánica. Se clasifican en subgrupos:
- Sólidos orgánicos: carbón activo o gel de sílice impregnados con disolventes orgánicos.
- Sólidos inorgánicos: sales de metales pesados.
- Material desechable contaminado: vidrio, guantes, papel de filtro, trapos, etc.
Grupo VII: Especiales
Estos productos no deben mezclarse entre sí ni con residuos de los otros grupos por su elevada peligrosidad. Estaríamos hablando de oxidantes fuertes y compuestos muy reactivos y tóxicos.