Las bacterias son organismos unicelulares que juegan un papel clave en diversos procesos biológicos y ambientales. Aunque su estructura es más sencilla que la de las células eucariotas, cada una de las partes de una bacteria tiene funciones específicas que le permiten sobrevivir y adaptarse. A lo largo de este blog las analizamos, ¡sigue leyendo!

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¿Cuál es el tamaño de una bacteria?

El tamaño de las bacterias es increíblemente variable, lo que les permite adaptarse a una diversidad de hábitats. La mayoría de las bacterias tienen un tamaño que oscila entre los 0,2 y 10 micrómetros, lo que significa que son invisibles a simple vista y requieren de microscopios para ser observadas.

El tamaño influye en su tasa de crecimiento. Las bacterias más pequeñas tienen una mayor relación superficie-volumen, lo que facilita la rápida absorción de nutrientes y, por lo tanto, una reproducción acelerada. En cambio, las bacterias más grandes tienden a ser más lentas en su metabolismo y crecimiento.

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Partes de una bacteria

Cuando hablamos de las partes de una bacteria nos referimos a las estructuras que componen el cuerpo de estos microorganismos. Gracias a ellas, es posible realizar funciones esenciales para su supervivencia. Veámoslas.

Membrana plasmática

Esta es la estructura que delimita el interior de la bacteria del exterior. Actúa como una barrera selectiva que controla el paso de sustancias dentro y fuera de la célula. La membrana plasmática está formada por una bicapa de fosfolípidos y proteínas, lo que le otorga una gran flexibilidad y permite la interacción con el medio ambiente.

Pared celular

Ubicada justo por fuera de la membrana plasmática, la pared celular brinda soporte estructural y protección. Su composición varía dependiendo del tipo de bacteria; las bacterias Gram-positivas tienen una pared gruesa compuesta de peptidoglicano, mientras que las Gram-negativas poseen una capa delgada rodeada por una membrana externa. Esta diferencia en la estructura de la pared celular es clave en la clasificación de las bacterias y tiene implicaciones en la resistencia a antibióticos.

Citoplasma

El citoplasma es el fluido gelatinoso que llena el interior de la células bacteriana. Está compuesto principalmente por agua, pero también contiene proteínas, enzimas y otras moléculas que participan en los procesos metabólicos. Es en el citoplasma donde se llevan a cabo reacciones bioquímicas vitales, y donde se encuentran los ribosomas y el material genético.

Nucleoide

A diferencia de las células eucariotas, las bacterias no tienen un núcleo verdadero. En su lugar, su ADN se encuentra en una región llamada nucleoide. El material genético de la bacteria, generalmente en forma de una única molécula de ADN circular, contiene toda la información necesaria para la replicación y el funcionamiento de la célula.

Conoce cuál es la estructura de una bacteria

Ribosomas

Los ribosomas son los encargados de la síntesis de proteínas. En las bacterias, los ribosomas son de menor tamaño que los de las células eucariotas y están libres en el citoplasma. Estos complejos moleculares traducen el ARN mensajero en proteínas, las cuales son esenciales para las funciones celulares y el crecimiento de la bacteria.

Plásmidos

Se trata de pequeñas moléculas de ADN circular que se replican de manera independiente del cromosoma bacteriano principal. Aunque no son esenciales para la vida de la bacteria, los plásmidos suelen aportar genes que confieren ventajas, como resistencia a antibióticos o la capacidad de metabolizar ciertos compuestos.

Flagelos

Algunos tipos de bacterias poseen flagelos, que son estructuras filamentosas que les permiten moverse. Los flagelos giran como una hélice, impulsando a la bacteria a través de su entorno en busca de nutrientes o para alejarse de condiciones desfavorables.

Pilis y fimbrias

Estas estructuras filamentosas más cortas que los flagelos son las que permiten a las bacterias adherirse a superficies, otras células o entre sí. Los pilis también pueden participar en la transferencia de material genético entre bacterias, un proceso conocido como conjugación.

Cápsula

Algunas bacterias tienen una cápsula externa compuesta de polisacáridos. Esta estructura ayuda a la bacteria a evadir el sistema inmunológico del huésped y a adherirse mejor a superficies o tejidos. La cápsula puede ser un factor clave en la patogenecidad de ciertas bacterias.

Inclusiones citoplasmáticas

Son depósitos de reserva de nutrientes que se encuentran en el citoplasma. Pueden almacenar sustancias como glucógeno, lípidos o azufre, que la bacteria puede utilizar cuando los nutrientes son escasos en el entorno externo.

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