El aislamiento de las bacterias es una estrategia que se utiliza para evitar la transmisión de microorganismos patógenos. Existen varias bacterias que requieren aislamiento de contacto, ¿las conoces? En este blog te hablamos de las 5 más importantes y entramos en profundidad en el uso de esta estrategia para prevenir transmisiones en hospitales y centros de atención médica.
Índice de contenidos
¿Qué es el aislamiento de las bacterias?
El aislamiento de las bacterias busca reducir la propagación de estos microorganismos, especialmente los que son resistentes a antibióticos, para prevenir brotes de infecciones nosocomiales. Se trata de una de las medidas más utilizadas y se basa en prevenir la transmisión de bacterias por contacto directo o indirecto. Se considera contacto directo al entrar en contacto físico con una superficie o persona infectada. Por otro lado, el indirecto ocurre cuando se tocan objetos contaminados con bacterias.
Es importante señalar que este tipo de aislamiento no solo protege a los pacientes en riesgo, sino también al personal médico y los visitantes. Las infecciones transmitidas por contacto son una de las principales causas de propagación de enfermedades en hospitales, y un aislamiento adecuado de los pacientes infectados es crucial para evitar la expansión de bacterias resistentes que podrían ser un peligro para la salud pública.
¿Cuáles son las bacterias que requieren aislamiento de contacto?
El aislamiento de contacto es necesario en aquellas bacterias que tienen una alta capacidad de transmisión entre personas o que son resistentes a los antibióticos convencionales. Veamos cuáles son las bacterias que requieren aislamiento de contacto:
Clostridium difficile
Clostridium difficile, comúnmente conocido como C. difficile, es una bacteria que suele estar presente en los intestinos de personas sanas, pero puede volverse patógena cuando el equilibrio bacteriano se altera, por ejemplo, tras el uso de antibióticos. Esta bacteria causa infecciones graves en el sistema digestivo, como diarrea acuosa y colitis pseudomembranosa, que puede ser potencialmente mortal en casos extremos.
Una de las características más problemáticas de C. difficile es su capacidad para formar esporas que pueden sobrevivir durante largo períodos en superficies inanimadas. Estas esporas son extremadamente resistentes a muchos desinfectantes comunes, lo que significa que el control de su propagación requiere un enfoque riguroso de higiene y limpieza en entornos hospitalarios.
Staphylococcus aureus resistente a la meticilina
Staphylococcus aureus es una bacteria comúnmente encontrada en la piel y las mucosas de las personas sanas. Sin embargo, cuando esta bacteria se vuelve resistente a la meticilina, un antibiótico comúnmente utilizado para tratar infecciones por Staphyolococcus, puede convertirse en un patógeno peligroso conocido como MRSA.
MRSA es capaz de causar infecciones graves como neumonía, infecciones en la sangre y en las heridas quirúrgicas, que son mucho más difíciles de tratar debido a su resistencia a los antibióticos. Esta bacteria se transmite principalmente por contacto directo con una persona infectada o con superficies contaminadas, lo que la convierte en una de las principales razones para la implementación de aislamiento de contacto en hospitales.
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Enterococo resistente a la vancomicina
Enterococcus es un género de bacterias que normalmente vive en el intestino y las heces de las personas. Sin embargo, cuando estas bacterias desarrollan resistencia a la vancomicina, un potente antibiótico, se convierten en una amenaza para la salud. Las infecciones por VRE suelen ocurrir en pacientes que han estado hospitalizados durante largo períodos o que tienen sistemas inmunológicos debilitados.
El VRE puede causar infecciones graves, como infecciones del tracto urinario, heridas quirúrgicas infectadas y septicemia, y se transmite fácilmente a través del contacto con las heces o las secreciones del paciente infectado. Dado que estas bacterias pueden sobrevivir en superficies durante varios días, el aislamiento de contacto es esencial para prevenir su propagación.
Acinetobacter baumannii
Acinetobacter baumannii es una bacteria que se encuentra comúnmente en el ambiente hospitalario, especialmente en unidades de cuidados intensivos (UCI) y en pacientes que utilizan dispositivos médicos invasivos, como ventiladores y catéteres. Esta bacteria es conocida por su resistencia a una amplia gama de antibióticos, lo que la convierte en un desafío significativo para los profesionales de la salud.
Acinetobacter baumannii puede causar infecciones graves, como neumonía, infecciones del torrente sanguíneo y de las heridas. Debido a su capacidad para sobrevivir en superficies durante largos períodos, el aislamiento de contacto es crucial para prevenir su diseminación entre pacientes vulnerables.
Klebsiella pneumoniae
Es una bacteria que causa infecciones respiratorias, como neumonía, y que puede afectar el tracto urinario y el torrente sanguíneo. Esta bacteria es especialmente preocupante por su capacidad de generar cepas resistentes a múltiples antibióticos. El aislamiento de contacto es necesario para evitar su propagación, sobre todo en hospitales, donde los pacientes son más propensos a desarrollar infecciones graves debido a su estado de salud.
El control de la propagación de Klebsiella requiere el uso de medidas de aislamiento que influyen la desinfección de las habitaciones y el equipo médico, el uso de guantes y vestir batas por parte del persona sanitario.
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