Un análisis hormonal es una prueba clave para comprobar el estado de la salud hormonal de la mujer y valorar los niveles de hormonas femeninas que regulan el ciclo menstrual. En este artículo te explicamos en qué consiste un estudio de hormonas, cuándo debe realizarse y qué alteraciones puede detectar.

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¿Qué es un análisis hormonal?

El análisis hormonal es una extracción de sangre en la mujer para comprobar los valores de las hormonas reproductivas y verificar si existen alteraciones en el ciclo ovárico o problemas de fertilidad.

Para comprender el sentido y objeto de una prueba de este tipo es importante saber que la regulación del ciclo menstrual está determinada por dos partes:

  • Control del eje hipotálamo-hipofisis: dos estructuras que regulan las hormonas en sangre desde el cerebro.
  • Función de los ovarios: destinada a liberar las hormonas sexuales que ejercen sus funciones en el útero y que repercuten en la actividad reproductiva de la mujer.

Así pues, cualquier alteración o anomalía relacionada con las hormonas puede desencadenar irregularidades en el ciclo menstrual o problemas de fertilidad. Es por ello que se hace necesario realizar una analítica hormonal femenina cuyo estudio se centra en analizar los valores de las hormonas, tanto hipofisiarias como ováricas.

¿Qué se puede detectar en un análisis hormonal?

Por regla general, en un estudio o análisis hormonal básico se miden los niveles en sangre de las hormonas que promueven la actividad del ovario, como la hormona folículo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Y, al mismo tiempo, se pueden evaluar los valores de las hormonas ováricas como el estradiol o la prolactina.

A continuación, vemos con más detalle qué hormonas se analizan en un análisis hormonal femenino:

Hormonas hipofisiarias

En la mujer, las hormonas hipofisiarias o gonadotriopinas se secretan a raíz de las señales que envía el hipotálamo. Se pueden diferenciar estos tipos:

  • FSH. Es una hormona que promueve el crecimiento de los folículos ováricos en cuyo interior se desarrollan los óvulos. Unos niveles entre 3 y 9 mUi/ml indican una correcta reserva ovárica.
  • LH. Se trata de la hormona luteinizante que participa en la preparación del cuerpo lúteo de la mujer para la implantación de un óvulo fertilizado. En este caso los valores deben oscilar entre 2 y 10 mUi/ml.
  • TSH. Es la hormona estimulante de la tiroides y, en los primeros días del ciclo, los valores deben estar entre 0,2 y 4,7 mUi/ml. De lo contrario, puede existir hipertiroidismo (exceso de hormona tiorides) o hipotiroidismo (escasa hormona tiroidea) en la sangre.
  • Prolactina. Producida por la glándula pituitaria (situada en la base del cerebro), es una hormona que toma relevancia en las mujeres embarazadas, ya que se encarga de estimular la producción de leche materna, además de sintetizar la progesterona en el cuerpo lúteo. En este caso, en el embarazo, los niveles deben ir de 10 a 30 ng/ml.

Hormonas ováricas

Estas son las hormonas sexuales femeninas, los estrógenos y la progesterona. Son sintetizadas y secretadas por los ovarios y su producción disminuye a raíz de la menopausia. En este caso, en una analítica hormonal se estudian los siguientes tres tipos:

  • Estradiol. Se trata de la principal hormona de estrógeno y su papel es clave en el desarrollo sexual. Además, cumple otras funciones como activar la liberación de la hormona luteinizante (LH) dejando paso a la ovulación. También participa en la implantación embrionaria. En el inicio del ciclo, los niveles normales de estradiol se sitúan entre 27 pg/ml y 161 pg/ml.
  • Progesterona. Esta hormona esteroide toma su protagonismo en la fase lútea, ya que prepara al endometrio para que el embrión sea implantado. En el caso de no haber embarazo, los niveles de progesterona disminuyen y el cuerpo se prepara para recibir la menstruación. En e día 21 del ciclo, los niveles adecuados de progesterona se sitúan entre los 5 y los 20 ng/ml, lo cual confirma que se produce la ovulación.
  • AMH. La hormona antimülleriana tiene un rol esencial en la formación de los folículos. Por ello, en un análisis hormonal, la AMH se analiza para comprobar la capacidad de la mujer para producir óvulos en su edad fértil. Es decir, es un claro indicador de la reserva ovárica. Lo correcto es tener unos valores entre 0,7 y 3,5 ng/ml.

¿Cuándo se debe hacer un estudio hormonal en la mujer?

En general, realizar un estudio de perfil hormonal en la mujer suele recomendarse en los siguientes casos:

  • Alteraciones en el ciclo menstrual como reglas irregulares, amenorrea u ovarios poliquísticos, entre otras.
  • Menopausia precoz.
  • Cuando no se consigue un embarazo.
  • En tratamientos de reproducción asistida.
  • Ante otras alteraciones como acné, exceso de vello corporal, alopecia, etc.

Es muy importante saber que un análisis hormonal debe hacerse entre el tercer y el quinto día del ciclo menstrual. Es durante este periodo cuando el sistema hormonal se encuentra en un estado basal y pueden compararse los valores con seguridad (excepto la hormona progesterona que debe estudiarse el día 21 del ciclo).

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