El análisis de riesgos es un proceso imprescindible en el sector químico. ¿Sabes por qué? Los productos químicos pueden suponer grandes peligros para la salud en las personas, por lo que el análisis sirve para identificar las medidas necesarias a tomar al exponerse ante determinadas sustancias.

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¿Por qué hacer un análisis de riesgos?

El análisis de riesgos consigue que se valoren todos los aspectos negativos y positivos. Y es que, los riesgos potenciales se encuentran en cada sector en los sistemas de salud, aunque uno de los entornos con mayores exposiciones a problemas es el del laboratorio químico, donde se hace frente al riesgo químico.

Entendemos el concepto de riesgo químico como todos esos riesgos que pueden afectar a la salud y seguridad de los trabajadores del lugar. Pueden surgir durante la manipulación, la utilización o con la simple exposición a las sustancias químicas.

Por tanto, se llega a la conclusión de la importancia de incluir un análisis de riesgos preventivo.

Principales riesgos químicos

Hay una serie de contaminantes que pueden penetrar en las personas por distintas vías (vía digestiva, respiratoria, parental o cutánea). A continuación, conoceremos los efectos a la exposición de los contaminantes.

Contaminantes irritantes

Los productos producen inflamación en el tejido sobre el que se exponen. Pueden dividirse en irritantes del tejido pulmonar, en el tracto respiratorio superior, en ambos o asfixiantes. 

Contaminantes anestésicos o narcóticos

Como se puede deducir por el nombre, estos productos tienen como consecuencia una disminución del nivel de actuación cerebral. En este apartado podemos encontrar los disolventes que son usados en diversas industrias.

Al estar en exposición de esta clase de sustancias, es muy importante tener en cuenta el hábito alcohólico de los empleados, ya que el efecto puede llegar a ser más elevado y peligroso.

Contaminantes corrosivos

Uno de los más conocidos y arriesgados, ya que tienen resultados fatales cuando se encuentran en contacto con la piel, afectando químicamente al tejido.

Así pues, estos productos tienen la capacidad de destruir o dañar los lugares con los que entren en contacto, siendo algo irreversible.

Contaminantes neumoconióticos

Esta clase de contaminantes están en forma de polvo o humo. Por lo tanto, el principal problema que producen es que disminuyen la flexibilidad de los pulmones. Es decir, al exponerse a estos productos se padecen problemas respiratorios.

Contaminantes sistémicos

En este caso no tiene relevancia la vía con la que mantengan contacto, puesto que tienen efectos generales en todo el organismo. Aun así, pueden afectar en mayor medida a algún órgano en específico.

Medidas preventivas en un laboratorio clínico

Como hemos podido comprobar, los contaminantes son un gran problema si no se cuenta con medidas de protección. Así pues, se analizan los riesgos, disponiendo de una serie de normas que tienen la finalidad de reducir los efectos nocivos que puedan ocurrir o eliminar la capacidad de exposición al contaminante.

Para ello, en el análisis de riesgos se llevan a cabo muestras en ambientes laborales periódicamente, revisando los niveles de contaminación del entorno.