Hay varios tipos de control de plagas. Puede que te imagines a un fumigador con su traje de cuerpo entero, pero no siempre es así. Te contamos todo lo que necesitas saber en este post, pero no te olvides de nuestra oferta formativa. Te ofrecemos el Máster en Perito Judicial en Control de Plagas + Máster en Métodos de Control Fitosanitario. Con nuestra formación obtendrás todos los conocimientos necesarios para intervenir en este tipo de conflictos.

Tipos de control de plagas: conceptos básicos

Hay varios tipos de control de plagas que hay que conocer y que varían mucho entre ellos. Dependiendo del impacto que se quiera tener sobre la especie invasora usaremos uno u otro.

El control de plagas es un concepto que está estrechamente vinculado a la agricultura. El impacto que una especie invasora puede tener sobre los cultivos puede llegar a ser devastador, puesto que la producción de alimentos es un sector clave en la sociedad.

Sin embargo, con la proliferación de los entornos urbanos, han aparecido otras plagas tales como palomas, ratas o cucarachas que cabe tener en cuenta.

Los tres métodos de control de plagas

Existen varios métodos para controlar una plaga, tanto a nivel agrícola como urbano:

Control de plagas químico

Este tipo de control de plagas es de los más comunes. Se usan sustancias tóxicas para acabar con la plaga o mermar la cantidad de su población. También es uno de los métodos más antiguos, puesto que desde hace miles de años se han usado productos como el azufre o el betún para mantener a raya a las especies invasoras.

Control de plagas biológico

Se trata de uno de los métodos más novedosos de control de plagas. Este método consiste en introducir otra especie que haga de depredador natural de la plaga que deseamos controlas o erradicar. Es bien sabido que los depredadores se encargan de mantener el equilibrio del ecosistema. Así, evitarían que la especie invasora proliferara y pondrían fin a la plaga.

Sin embargo, hay que tener en cuenta varios factores a la hora de decantarse por este método. Introducir un depredador natural puede tener consecuencias no tan positivas, así que debemos asegurarnos de introducir el número de animales necesarios. Al mismo tiempo, es importante valorar si ese animal podría transformarse en una plaga nueva o resultar una amenaza para otras especies.

Control de plagas físico

El control de plagas físico consiste en introducir medidas físicas para evitar que la plaga se extienda. También puede denominarse control de plagas mecánico, y afecta a la plaga conteniéndola o, con el tiempo, erradicándola. Algunos ejemplos de este tipo de control de plagas pueden ser: la elevación de muros, paredes o vallas, la introducción de trampas, la inundación de zonas o aspiración, etc.

Como hemos podido comprobar, hay varios métodos para controlar una plaga y según como sea ésta podremos optar por uno u otro. Hay que tener en cuenta numerosos factores a la hora de decantarse por un método concreto, puesto que también se verán afectadas las especies de alrededor.